La fermentación del kimchi es un proceso clave en su preparación. Se mezcla hakusai, otros vegetales y especias con una pasta de chile y ajo. Los microorganismos naturales inician la fermentación, generando ácido láctico y otros compuestos que dan sabor y textura. Para conservarlo, almacénalo en frascos de vidrio en el refrigerador, evitando la entrada de aire. La baja temperatura ralentiza la fermentación y mantiene su frescura. A medida que madura, el sabor se desarrolla. Si prefieres un sabor más intenso, déjalo a temperatura ambiente durante unos días antes de refrigerarlo. ¡Disfruta de este saludable y sabroso manjar!